sábado, 28 de abril de 2012

Amo la Fotografía...

Amo la fotografía, es una de mis Pasiones:)


Uno de los lugares más impactantes que he visitado...

Desde pequeña soñaba con conocer uno de los lugares más bellos del mundo, la ciudad maya situada en el departamento de peten; recuerdo que soñaba con ser una princesa maya, rodeada de inmensas pirámides y arboles majestuosos. Con el tiempo los años pasaron y fui olvidando mi sueño de ser princesa maya, a finales del año pasado tuve la oportunidad de conocer esa majestuosa ciudad, Tikal realmente es impresionante y monumental, la vegetación se apodera del lugar, el sonido de las aves los monos y una diversidad de animales hacen de ese lugar un lugar mágico y especial. Al adentrarse a la selva Petenera te das cuenta de lo hermoso que es estar rodeada de vegetación los paisajes son increíbles y los sonidos te transportan a una época donde sus habitantes creían en dioses, donde la naturaleza era sagrada y las estrellas brillaban con más intensidad.


Una de las cosas que más me impresiono fue ver un hermoso árbol, al que decidí llamar el árbol de la vida, realmente es impresionante, alto y raro a la vez, si ese árbol hablara sin duda contaría miles de mágicas historias de esa ciudad…


Seguí mi recorrido y llegue a la plaza central, por fin mi sueño se había hecho realidad, estaba parada frente a esa majestuosa ciudad con la que había soñado tanto, me sentí pequeña pues es una ciudad inmensa, cerré mis ojos y disfrute del sonido de la selva, sin duda me hubiera gustado haber nacido en esa época, andar en taparrabos corriendo de arriba para abajo en esa inmensa selva, o simplemente observar desde las ramas de un árbol el manto estelar o la luna iluminando esa bella ciudad.

Me subí a cuanta pirámide pude, es cansado pero esperar tantos años para no subirme eso si sería un desperdicio, así que lo hice, la vista desde arriba era impresionante, ver las copas de los arboles cubrir esta hermosa ciudad, por un momento me sentí capaz de tocar el cielo con las manos, sentir el viento correr por mi cara y ver hacia abajo es escalofriante pues son tan altas que no se las recomiendo a las personas que le temen a las alturas.
La pirámide número cinco fue la que más me gusto, no se había algo en ella que me impresiono, a lo mejor fue la más empinada o la más difícil, pero estando allá arriba todo era mágico, me quede por un buen tiempo sentada, aunque debo confesar que la bajada fue realmente escalofriante pues tropecé y por poco me caía al vacio.
Sin duda alguna este lugar se quedo grabado en mi mente y en mi corazón, espero algún día volver a esa hermosa ciudad y quedarme más tiempo contemplando el paisaje desde mi pirámide favorita…


Renunciar al Amor

Hace mucho que renuncié al amor, estoy en un lugar dónde esa palabra no tiene ningún significado. Un acuerdo de convivencia en dónde los bes...