Para muchos olvidar no es nada fácil, para otros, es imposible dejar de hacerlo,
hoy comprendí que olvidar no tiene caso,
pues para que olvidar, si podemos recordar, ya más adelante el olvido
vendrá con los años, pero mientras tanto, conservar todos esos bellos momentos
y algunos que otros sin sabores de la
vida, valen la pena recordarlos y no empeñarnos en querer olvidarlos.
La mayoría que lee mi blog, podrá darse
cuenta que de lo que más escribo es sobre cómo olvidar, olvidar esos momentos
que una vez nos hicieron sufrir, o un mal de amores, o una mala situación o
experiencia, pero si analizamos las cosas nos daremos cuenta que vale la pena recordar, por muy doloroso que
sea el recuerdo. Aunque es conveniente
enfocarte en los recuerdos que alguna vez te hicieron feliz, los que te han
casado daño déjalos atrás, recuerda todo aquello que vale la pena recordar.
Los recuerdos no se borran de la noche a la
mañana, siempre estarán latentes en tu consciente y subconsciente, una mañana despertaras y recordaras a
aquellos momentos que te hicieron crecer, que te hicieron llorar, o incluso
sonreír, de ti depende como los quieras recibir.
Últimamente he pasado el tiempo tratando de
olvidar, pero tristemente me di cuenta que estaba cometiendo un error, para que
olvidar? si debo confesar que siempre fui feliz con esa persona, a lo mejor su
actitud e inmadurez me hicieron caer en su juego, pero nunca es tarde para
retomar la partida; decidí quedarme con
los buenos recuerdos, el daño ya está hecho pero siempre toda relación que se
termina te deja algo bueno. Y pues a mí, me ha dejado muy buenos recuerdos.
Se preguntaran porque el cambio de opinión de
la noche a la mañana; pues hoy me di
cuenta lo triste que es ver a la persona que más quiero, olvidar pequeñeces, como ¿Le eché sal a la comida?
¿Esto para quién es? ¿Quién eres? ¿Qué
día es hoy? Olvidar cosas, personas e
incluso seres queridos, es triste ver su cara preguntando un sinfín de veces lo
mismo.
Pues la enfermedad del olvido ha
llegado, apenas está comenzando, y la
verdad tengo miedo de ser una desconocida. Veo su cara y los años han pasado,
mi cabecita de algodón, está empezando a olvidar, admiro su valentía cada vez que me pregunta
lo mismo más de una vez, pero admiro más esa hermosa sonrisa cuando me ve y se
da cuenta que me ha preguntado lo mismo varias veces.
Increíble cuando nacemos, aprendemos un
sinfín de cosas, hablar, comer, caminar,
estudiar… cuando envejecemos olvidamos
hasta respirar. Es
por eso que vale la pena recordar hasta el último día de nuestras vidas, ahora valoro más esos recuerdos, vale
oro oír su voz diciendo mi nombre, cada
consejo, cada mirada, cada palabra que sale de su boca, pues sé que con el tiempo olvidara que una
vez me quiso, e incluso olvidara que soy la persona que más la ama en esta
tierra.
Paso toda su viva velando por mí,
cuidándome, enseñándome a dar lo mejor, a amar sin medida, hacer el bien y no
ver a quien, a dar sin esperar nada a
cambio, a sonreír aunque se llore en el
alma, pero sobretodo me enseño que en la vida hay que aprender tres cosas:a
Ver, Oír, y Callar,
Ver con los ojos del corazón, oír consejos, y callar en momentos que lo a meriten, ahora es mi turno de demostrarle que todo aquello que me enseño lo
llevo conmigo en el corazón, decirle todos los días que la admiro y la amo y
que siempre velare por ella, aun cuando
vea temor en sus ojos cuando no sepa quién soy…
Dedicado a la mujer más Buena y Hermosa de
esta tierra, a mi Ángel, mi cabecita de algodón, a quien Amo con todas las
fuerzas de mi Corazón, la razón de mí Existir, a quien le debo respeto y Admiración…